The Grammy Awards 2016

.....Un horario vespertino en la universidad evitó que viera la que puede ser, junto con los Oscares, una de las más importantes de la temporada de premios: los Grammys. Sin embargo el hecho de no haber visto la ceremonia en vivo no es muy importante realmente, recordando que suelen ser bastante aburridas y los ganadores un poco injustos, pero lo que aquí en The Crystal Shower nos importa y de lo que (como siempre) voy a hablar, es de la alfombra roja. 

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A veces no sé si Taylor Swift se rehúsa a ser sexy o nuestras definiciones de sexy son completamente diferentes. La cantante que ganó en las categorías de Album of the Year y Best Pop Vocal Album, optó por un horrible diseño que consistía en un crop top y una falda que me cuesta creer que estaban firmados por Atelier Versace. 

Honestamente, para haber pasado tanto tiempo sin pisar una alfombra roja pudo haber escogido algo mejor.

No, no estoy comenzando a incluir a los meseros en los reportes de la alfombra roja, ¡es Justin Bieber! El ganador a Best Dance Recording apareció con un total-look de Saint Laurent en la alfombra roja de los Grammys. Como accesorios, el cantante usó a su hermano Jaxon. 

El momento de moda de hombres irrelevante corrió a cargo de Ed Sheeran (¿por qué siempre me da la impresión de que no se ha bañado en días?). El ganador a Song of the Year y Best Pop Solo Performance lució un traje de Burberry con tenis porque #cool. 

Florence Welch siempre ha tenido un estilo que me gusta bastante y varias apariciones en alfombras rojas dignas de recordar como aquella ocasión, también en los Grammys, en la ceremonia de hace tres años, donde apareció con un vestido custom-made de Givenchy. La ceremonia de este año fue bastante diferente: la cantante de Florence + The Machine apareció en un vestido bastante bobo de Gucci, firma para la que sigue siendo embajadora aun con el cambio de director creativo.

Ellie Goulding, la que debe ser una de las cantantes más irrelevantes de nuestros tiempos (y miren que hay muchas que se podrían llevar el título) también resulta ser una de las más irrelevantes en las alfombras rojas. O eso pareció en los Grammys donde lució un sencillo vestido de Stella McCartney con joyería de Bvlgari. 

En la ceremonia, Lady Gaga hizo un tributo al fallecido David Bowie. Nadie le dijo, sin embargo, que realizar un tributo no necesariamente significaba que se disfrazara de él (¿o como Angie Bowie?).

Con la peluca más falsa y mal puesta en la historia de las pelucas, la cantante hizo la versión Gaga-siglo XXI de aquel icónico look que Bowie usará en el vídeo de la canción Life on Mars? de 1973: en lugar del traje que en su momento diseñara Freddi Buretti, Lady Gaga optó por un blazer largo con hombreras (¡¡¡!!!) hecho a la medida de Marc Jacobs.

Zendaya, una de las mejores vestidas siempre lo volvió a ser esta noche. Con su nuevo corte tipo mullet y traje de Dsquared2, Zendaya también parecía estar rindiendo tributo a Bowie.

La actriz Anna Kendrick fue una de las muchas celebridades de la noche en optar por el color negro. En su caso fue en un vestido de Emanuel Ungaro que combinó con zapatos de Jimmy Choo y clutch de Rauwolf.

Adele aportó el momento Givenchy de la noche... aunque en realidad fueron dos. La cantante lució dos diseños de la firma liderada por Ricardo Tiscci: uno en color negro para la alfombra roja y uno en color rojo oscuro para su presentación. 

Janelle Monae siempre se ha caracterizado por usar exagerados diseños o accesorios, siempre en blanco y negro. Con su look para los Grammys, una creación de Jean Paul Gaultier, puede que se haya superado a sí misma. Lo combinó con un sombrero sobre sus gruesas y largas trenzas, zapatos de Christian Louboutin, uñas adornadas,  clutch de Emm Kuo, anillos de Pasquale Bruni y anillos de Carrera y Carrera. 

Ariana Grande también llevó sus extrañas poses y su horrible peinado a la alfombra roja de los Grammys usando un vestido de Romona Keveza en color rojo y con cola, que combinó con joyería de Niwaka y clutch de Jimmy Choo. 

Como en todas las ceremonias de premios, teníamos que ver a un montón de modelos mientras nos preguntábamos qué carajo hacían ahí: una de ellas fue Alessandra Ambrosio que apareció con el vestido que Leila Nda modelará para la última colección de Atelier Versace, con zapatos de Giuseppe Zanotti. 

¡Oooooooooooh! No sé qué pensar de Elle King. Supongo que cuando tienes tatuajes tan visibles lo mejor sería utilizarlos como accesorios y optar por algo más sencillo para combinarlos. Pero no, Elle King (¿quién es, a todo esto?) optó por utilizar un vestido de Christian Siriano lleno de lentejuelas, flores y plumas que además combinó con un montón de joyería. 

Nunca, nunca, nunca, nunca (nunca), me ha gustado el estilo de Selena Gomez. No puedo entender su necesidad de siempre vestirse como si tuviera cuarenta años (que hay personas de cuarenta años que se visten mucho mejor que ella, claro). En esta ocasión lució un vestido bastante bonito con cut-outs y lentejuelas de Calvin Klein. 

Sin embargo, sus antecedentes y su styling la convirtieron en la mamá de la quinceañera de la noche. 

Me encanta Demi Lovato cuando opta por llevar su pelo lo más natural posible (nada de raparse la mitad de la cabeza o llevar mechones de colores) y su look también. Para los Grammys apareció con blazer y falda de Norisol Ferrari que combinó con bonita joyería de Loree Rodkin.

Carrie Underwood lució un vestido strapless de Nicolas Jebran. Todavía no estoy segura si tendríamos que catalogar este look como uno apropiado de la mamá de la quinceañera pero se acerca bastante. 

La actriz Kaley Cuoco fue una de las pocas en usar algo que no fuera color negro. En su caso, fue un jumpsuit con diminutas lentejuelas de Naeem Khan que combinó con clutch de Rauwolf. 

¿Esta Bella Hadid harta de que en las redes sociales le digan que esta gorda y por eso ha decidido usar vestidos super sensuales cada que puede para demostrar que no es así? Bueno, esa es solo mi teoría. En esta ocasión la modelo apareció luciendo un vestido con cut-outs y escote de Alexandre Vauthier.