Las veinticinco peores portadas del 2016.


Vogue US, enero: Alicia Vikander por David Sims

Alicia Vikander empezó el 2016 de una manera extraordinaria con varias nominaciones, un premio Oscar por su papel en The Danish Girl y un espectacular guardarropa para las ceremonias de premios por las que pasó. Una portada en Vogue era la cereza en el pastel, el problema fue que esa portada fue bastante mala. Sí, uso un vestido de su firma predilecta, Louis Vuitton, pero la pose y el peinado eran, sencillamente, malos. 



Vogue París, febrero: Edie Campbell por Inez and Vinoodh. 

Honestamente, la modelo Edie Campbell nunca ha sido de mis favoritas con todo y que se le considera un icono de la industria; a mi parecer, solo ha tenido un par de portadas buenas (ambas para Vogue Italia: octubre 2013 y diciembre 2015). Este año, el número no incrementó. Su primera portada del 2016 la tuvo de la mano de Vogue París para su número de febrero, fotografiada por Inez and Vinoodh. En un look de Prada y mordiendo su pulgar, Edie Campbell tuvo la que bien podría ser una de las peores portadas del año... y probablemente de su carrera. 



Vogue US, febrero: Penélope Cruz y Ben Stiller por Annie Leibovitz.

El año, como ya dije, no empezó nada bien para Anna Wintour y sus portadas para la edición norteamericana de Vogue; las cosas no mejoraron mucho cuando la publicación se enfrascó en la campaña publicitaria de la secuela de una de las películas más bobas simplemente porque giraba alrededor de la moda: Zoolander. Por ello se les hizo fácil poner a los protagonistas de la película en la portada de febrero fotografiados por Annie Leibovitz. 

Aquí, todo esta mal otra vez. La pose y los gestos de Ben Stiller son ridículos (no me importa que represente un personaje, no deja de ser ridículo), y Penélope Cruz que es hermosa y debió de haber tenido una portada en solitario, parece muy ocupada en evitar que su vestido de Ralph Lauren o alguna parte de su cuerpo toque a Ben Stiller. 



LOVE, primavera-verano 2016: Lily Rose Depp por Willy Vanderperre. 


La primera portada de Lily Rose Depp del año y de su vida para la revista LOVE anticiparía un año de malas portadas. En la fotografía tomada por Willy Vanderperre, la hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis, apareció bajo una plasta de maquillaje colorido rodeada de garabatos igual de recargados. Bueno, era un antecedente de su poco talento como modelo pero ¿cómo lo íbamos a saber en ese entonces?



Vogue UK, marzo: Edie Campbell por Mario Testino

¿Fue acaso el 2016 el año de las portadas feas para Edie Campbell? Parece que sí... todo por sus poses raras que involucran morderse el pulgar, pose que volvió a utilizar en su portada para el número de marzo de Vogue UK. Puede que la culpa, sin embargo, no haya sido completamente suya: la escenografía también fue mala y la fotografía estuvo a cargo de Mario Testino que suele tener malas portadas. Lastima porque el vestido Gucci con el que apareció la mayor de las hermanas Campbell es uno de los mejores diseños que Alessandro Michele ha producido para Gucci.


Vogue UK, abril: Rihanna por Craig McDean. 

Rihanna tuvo un gran 2016 en cuanto a presencia en la industria de la moda se refiere: ya fuera en su faceta de diseñadora (con sus colaboraciones con Puma y Manolo Blahnik) o como modelo. Esta última faceta es la que nos importa ahora: a lo largo del año Rihanna protagonizó diversas portadas para ediciones internacionales de Vogue y otras revistas, la primera de ellas no fue, sin embargo, muy buena: en el número de abril de Vogue UK Rihanna apareció en un extraño outfit de vaquera que básicamente arruinó todo.


Vogue París, abril: Kaia Gerber y Cindy Crawford por Mario Testino. 

Sería estúpido decir que a Kaia Geber, ser hija de Cindy Crawford no le ha ayudado a forjar una carrera en la industria del modelaje. Cuando tu mamá es una de las modelos más reconocidas de la industria de la moda, es bastante obvio que te ayudará a que tu carrera despegue. Si me preguntan, es claro que si Cindy Crawford anunció su retiro de la industria al cumplir 50 años (lo que ocurrió el pasado 20 de febrero) fue para dejarle el camino completamente libre a su hija (poco después se anunció que Kaia sería parte del cast de la campaña para primavera-verano 2016 de Alexander Wang). Pero antes ¿que mejor que una fotografía juntas? una fotografía por Mario Testino para la portada de Vogue París, claro (en su número de abril). 

No solo las vibras nepotistas de la portada la hacen una bastante mala, pero la fotografía es por si sola, mala. Si nos quieren hacer creer que a pesar de ser modelos siguen siendo una madre y una hija comunes y corrientes, déjenme decirles algo, no lo son; así que ¿por qué no dejar de ser ridículos y darles una extraordinaria editorial con una portada que nos haga tomarlas en serio?



Vogue París, mayo: Lottie Moss y Lucky Blue Smith por Mario Testino. 

Vogue París continuó con las portadas con parejas en su portada luego de la fórmula madre-hija de la portada de abril. Para el número de mayo, decidieron optar por modelos jóvenes y que parece que a todos les gustan (aunque personalmente están en mi lista de "modelos cuya cara me molesta"): Lottie Moss, la hermana menor de Kate Moss, en su primera portada para Vogue (STOP TRYING TO MAKE LOTTIE MOSS HAPPEN, IS NEVER GOING TO HAPPEN), y Lucky Blue Smith, en una fotografía que en realidad carece por completo de personalidad con todo y que ambos lucen diseños de Hedi Slimane para Saint Laurent.


Teen Vogue, junio: Anwar Hadid y Cameron Dallas por Coco Capitan. 


Como ya dije, mi parte favorita de la historia de Teen Vogue ha sido la reciente, cuando dejaron de parecerse a Seventeen y entendieron que las adolescentes están preocupadas por otras cosas además de los chicos y cómo ligar. Y si bien hablan de política y feminismo continuamente, aun quedan residuos de lo que alguna vez fueron: la portada para junio y julio estuvo protagonizada por Anwar Hadid (sí, otro Hadid) y Cameron Dallas (¿quién?), ambos con cara de náuseas, en un número que incluía a los "31 chicos que amamos". Ok.


ELLE Australia, junio: Rosie Huntington Whiteley y Lily Aldridge por Simon Upton.

Esta portada no tiene mucho que ofrecer y me parece que por eso mismo es tan mala. Además, ¿qué le pasa a la cara de Rosie Huntington Whiteley? ¿o es que acaso siempre la ha tenido así? 


Vogue Italia, junio: Kate y Lila Grace Moss, Edie y Olympia Campbell por Mario Sorrenti. 


Para su número de junio de este año, Vogue Italia tuvo como tema el amor, concretamente, el amor familiar por lo que tuvieron en portada a muchas familias de la moda, unas mejor retratadas que otras, por Mario Sorrenti. 

Las peores, en mi opinión, fueron aquellas que ya hemos visto bastante antes: Kate Moss y su hija Lila Grace tuvieron una fotografía muy similar para un photoshoot con Vogue US hace unos años, y las hermanas Edie y Olympia Cambell parece que, la segunda mitad del año, ya solo pudieron contratarlas en paquete. 


Vogue Holanda, julio: Lara Stone por Josh Olins. 

Lara Stone es una de las mejores modelos de la actualidad, no entiendo porque pondrías en portada una fotografía donde tiene todo el pelo pegado a la cara. 



Another Man, otoño-invierno: Harry Styles por Alasdair McLellan y Willy Vanderperre. 


No estoy completamente segura si One Direction aun existe (creo que sus seguidoras tampoco) pero lo que es seguro es que sus integrantes quieren forjarse una carrera como solistas a cualquier costo. Nadie los culpa, en realidad. Pero, si bien pareciera que ser solista es algo que pueden hacer muy fácil, el verdadero esfuerzo viene cuando tienen que hacerse de una imagen ellos solos empezando prácticamente desde cero para poder desprenderse del bichito de las boy-bands.

Zayn Malik y Harry Styles son los que han hecho algo significativo por ellos mismos (los otros integrantes son tan básicos y aburridos que ni siquiera puedo recordar sus nombres, y no se molesten en decírmelos porque no me interesa mucho que digamos) aunque con muchos clichés: Zayn es el chico pseudo-malo y Harry es el chico pseudo-cool que se entrevista con Paul McCartney y que probablemente se la pase diciendo que Elvis Presley y The Beatles son verdadera música y que todo lo actual da asco. 

Lo que los hace relevantes y hasta parecidos son sus ganas locas de introducirse en la industria de la moda. Zayn ha movido muy bien sus piezas, Harry recién comienza aunque si va a seguir codeándose con editores como los que orquestaron sus primeras portadas para una revista de moda, Another Man en este caso, que no hagan más que exaltar su parecido con Mick Jagger cuando era joven, no creo que logre gran cosa.



ELLE Francia, octubre: Lily Rose Depp por Karl Lagerfeld. 

Yo soy de las pocas partidarias a que Lily Rose Depp deje de andar con la vida con esa cara como si siempre tuviera sueño. Ahora no estoy tan segura porque su expresión tampoco es la mejor cuando sonríe. 



Vogue España, octubre: Kendall Jenner por Miguel Reveriego. 


El mes de octubre fue el mes de Kendall Jenner. Luego de su (desafortunada) aparición en la september issue de la edición americana de Vogue, todos los editores la voltearon a ver poniéndole más atención que nunca. Así, para octubre, Kendall estuvo en la edición de Japón, Alemania, Australia y España todas malas en alguna u otra medida. No es culpa de los editores (no por completo), la realidad es que Kendall Jenner es muy poco expresiva y versátil, algo bastante gracioso porque nos han vendido la idea de que es ya una supermodelo. 

Escogí la portada de Vogue España como la peor de ese pack porque bueno, solo hay que verla. Su mirada no me provoca nada más que la impresión de que esta muerta por dentro además de que el maquillaje, el peinado y los accesorios no le hacen ninguna justicia. 


Harper's Bazaar US, octubre: Gwyneth Paltrow por Alexi Lubomirski. 

Recuerdo haber visto esta portada en vivo y a todo color en una estantería, en ese momento pensé que debía estar en este conteo a como diera lugar porque Gwyneth Paltrow no tiene precisamente el mejor carisma del mundo, ni siquiera es muy bonita, entonces, ¿por qué ponerle una cinta de encaje sobre los ojos y estamparle la palabra sexyLuce como un mal promo de Fifty Shades of Grey y miren que sus promos de por si son malos. 



Vogue Holanda, invierno: Cindy Crawford y Kaia Gerber por Sam Jones. 

Vuelvo a ver una portada que celebre a la familia con Cindy Crawford y Kaia Gerber y me clavó un par de zapatillas de tacón de aguja en los ojos. 



Vogue Rusia, noviembre: Odette y Lia Pavlova por Patrick Demarchelier. 


No entiendo muy bien la obsesión modernilla de la industria de la moda de atascar la cara de las modelos con glitter y exagerado maquillaje de colores. Si bien el maquillaje que usaron las gemelas Pavlova para su primera portada, no solo para Vogue Rusia sino para Vogue en general, no es el peor ejemplo de esta tendencia, el peinado y los exagerados colores y estampados de sus abrigos de la colección resort 2017 de Gucci, no ayudaron mucho. 



Vogue US, noviembre: Emma Stone por Mert and Marcus. 

Para noviembre, el mes en el que se celebrarían las elecciones para elegir a su nuevo presidente, obviamente, la edición americana de Vogue se pintó con los colores de su bandera; después de todo, un par de semanas antes Vogue hizo historia cuando respaldó, por primera vez, a un candidato a la presidencia, en este caso, candidata: Hillary Clinton. Las cosas, sin embargo, no salieron como la mayoría esperaba. La fea portada protagonizada por Emma Stone debió de haber sido un presagio de lo que se avecinaba. 



Vogue UK, diciembre: Lily Rose Depp por Bruce Weber

Lily Rose Depp no es precisamente santa de mi devoción; me parece que no tiene el carisma, al menos en las paginas de moda, que pudo haber heredado de sus padres (aunque, contrario al imaginario popular, Vanessa Paradis no fue una buena modelo). Pero claro, a la industria de la moda le importa un cacahuate que las chicas que ha decidido llamar it-girls tengan cara de aburridas en el 99% de sus fotografías, están decididos a hacerles una carrera: ahí esta Kendall Jenner y claro, Lily Rose Depp. 

La también actriz hizo su debut en Vogue de la mano de la edición británica de la revista en su último número del año. Fotografiada por Bruce Weber, la chica tiene una cara de dormida extraordinaria haciéndole honor, probablemente, al encabezado de "Fashion's dream girl" que aparece en la revista.



Vogue Brasil, diciembre: Isabeli Fontana por Zee Nunes. 

Por razones obvias, Vogue Brasil siempre se vale de las leyendas del modelaje brasiñeño para sus portadas. Tan solo este año tuvieron a Alessandra Ambrosio para abril, Caroline Ribeiro para julio, Adriana Lima para agosto, Caroline Trentini para septiembre, Isabeli Fontana y Alessandra Ambrosio (otra vez) para octubre, a Gisele Bundchen para noviembre (¿en serio ya se retiró del modelaje o fue un cuento de nuestros papás?) y, finalmente, a Isabeli Fontana otra vez para diciembre. 

Y quizá es por la confianza que se tiene entre la publicación y las modelos que de pronto hagan experimentos extraños en cuanto styling. La última portada del año protagonizada, como ya dije, por Isabeli Fontana en un extraño peinado y con un innecesario espejo en la mano. 



Vogue París, diciembre: Lily Rose Depp y Karl Lagerfeld por Hedi Slimane.

Si ponen atención a las portadas de este año de Vogue París, hay una palabra que puede definir a la mayoría: el nepotismo. No es que sorprenda, en realidad, esta industria esta plagada de este fenómeno pero Vogue París parece aceptarlo sin vergüenza alguna y en cada edición parecen exaltarlo. Para su última portada del año decidieron exaltar la relación entre Lily Rose Depp (también le pidieron que exagerará su cara de aburrición) y la maison Chanel con el mismísimo Karl Lagerfeld (con treinta años menos gracias al photoshop) junto a ella fotografiados por Hedi Slimane, amigo del diseñador y, según se dice, su futuro sucesor en la firma. La portada es, simplemente, aburrida. Si, como dice la frase en la portada, Karl Lagerfeld es el invitado de honor en el número, ¿qué tiene que ver Lily Rose Depp ahí? 



E N T R A D A S P O P U L A R E S