Edición impresa: carta editorial (I)
A menudo, la industria de la moda es catalogada como banal y completamente inútil. Pocos la consideran como lo que verdaderamente es: una expresión más de la cultura e incluso del arte, una parte fundamental de la sociedad contemporánea.
La
culpa no es de la industria y tampoco de aquellas personas que creen que
nosotros, los seguidores de la moda, carecemos de materia gris. En realidad,
estas impresiones han estado sustentadas por revistas que se dicen de moda pero
que terminan hablando sobre “lo que a los chicos no les gusta que uses”, y,
recientemente, por las fashion bloggers
obsesionadas con presumirle al mundo sus outfits
diarios, hablar de sus dietas detox o
de lo mucho que les gustan las avocado
toast. El hecho de que una institución como Vogue, en cualquiera de sus
ediciones, se haya inclinado a muchos de los elementos anteriores tampoco ha
ayudado a la percepción que se tiene sobre la industria.
Este
era uno de mis mayores problemas al leer revistas “especializadas” o al tratar
de buscar algún espacio decente que tratara a la moda de manera seria. Ya ni
hablar de algún medio especializado dirigido a adolescentes (ya no lo soy, pero
alguna vez lo fui).
Al
no encontrar plena satisfacción en ningún lugar, decidí crear un espacio que
llenará mi vacío existencial. ¿Por qué
no? me dije muchas veces a mí misma mientras me convencía que crear un blog
sobre moda no era una pérdida de tiempo y tratando de ignorar el hecho de que
probablemente nadie me leería. El internet nos ha dado la oportunidad de crear
espacios para ejercer la libre expresión aunque estén perdidos en el vasto
mundo web.
Así
nació The Crystal Shower, bajo la premisa de hablar sobre la industria de la
moda de manera seria tratando temas desde los conceptos detrás de colecciones y
desfiles hasta los diversos problemas a los que se enfrenta la industria, y, asegurándote,
que no necesitas de un closet repleto de ropa de diseñador para interesarte en
la moda.
Ahora,
The Crystal Shower está listo para dar el siguiente paso y perderse en alguna
repisa o caja de tu habitación con la edición impresa que tienes en tus manos.
Con un formato cercano al zine, este primer número, además de ser una
recopilación de la temporada otoño-invierno 2016, trata de condensar el
espíritu de la edición online enriquecido con la participación de talentosas
personas que quisieron ser parte de este modesto proyecto y quienes colaboraron
con una serie de cosas extraordinarias: por ejemplo, una blogger venezolana, Andhrea Rojas, escribió sobre el racismo en la publicidad de moda, una estudiante de la
Universidad Iberoamericana, Azucena Martínez-OrtaSoberanis escribió sobre las fatales consecuencias de la moda
rápida y un estudiante de la UANL, Edgar Paz, curó una compilación sobre las modelos más
destacadas del año.
Ojala cumpla su propósito y ojala, sobretodo, que la disfrutes.
Con amor, Nayma.
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