Chanel otoño / invierno 2016
La que muchos temían que fuera la última colección de Karl Lagerfeld para Chanel solo resultó ser un fallido intento de orquestar un show íntimo con más de dos mil invitados, casi cien looks, sombreros, perlas y emojis.
Lee la reseña completa a continuación.
Fotografía por Alessandro Garofalo. |
.....Así como ocurrió en Saint Laurent un día antes, la presentación de la colección para otoño-invierno 2016 de Chanel también estuvo rodeada de rumores relacionados con la dirección creativa de la firma.
Se decía que Karl Lagerfeld estaba orquestando una especie de retrospectiva de todos los sets previos que se habían presentando en Chanel, y, recordando que eso fue precisamente lo que Marc Jacobs hizo cuando dejaba Louis Vuitton, todo el mundo supuso que la colección para otoño-invierno 2016 sería la última que Lagerfeld presentaría con la firma en la que ha estado desde 1983. No sonaba tan descabellado tomando en cuenta la cantidad de cambios en direcciones creativas que se han dado en los últimos meses.
Pero no sucedió así.
Karl Lagerfeld no ha dejado Chanel y probablemente no lo haga hasta que muera (no estoy segura si en algún momento de la historia fue nombrado como director creativo vitalicio de Chanel y yo me lo perdí).
.....No hubo un collage de todas las escenografías previas, en realidad, no hubo escenografía o al menos, no una tan elaborada como las que Lagerfeld nos había tenido acostumbrados últimamente. En esta ocasión el Grand Palais se convirtió en un salón con espejos como paredes e hileras de sillas doradas, en un intento por recrear los salones donde se solían presentar las colecciones de alta costura y así, ofrecer una experiencia mucho más intima, algo completamente ridículo tomando en cuenta que a) la actividad en las redes sociales siguió (los mini livestreams en instagram de aquellos que filman con sus iPhones desde los desfiles parece ser ya imprescindible y lamentablemente, imparable); b) Chanel se ha convertido en una firma tan popular que la lista de invitados no se pudo reducir a menos de 2,400;y c) la lista de looks tampoco parece disminuir: esta temporada, Lagerfeld presentó noventa y tres.
.....Hablemos de la colección, entonces. La modelo argentina Mica Arganaraz abrió el show con un look en color rosa accesorizado con guantes de piel negros y una reiterpretación del sombrero tipo boater.
Fue una buena forma de resumir todos los elementos que veríamos en la colección: los sombreros estuvieron presentes en diferentes colores (algunos incluso con estampados) en muchos de los looks de la colección así como los guantes (siempre hay guantes en Chanel, estamos hablando de que Karl Lagerfeld es el director creativo ¿okaaay?) y los colores llamativos.
De hecho, aproximadamente los primeros looks de la colección fueron en distintos tonos de rosa y cuando creíamos que todo sería de ese color, aparecieron variaciones en rojo, mostaza, negro, gris, azul, café y algunos metálicos, para terminar con el clásico blanco-negro de Chanel.
Hay que agregar, además, que hubo estampados de cuadros e incluso de emojis (el horrooooorrrrrrrrr), tweed (tweed, tweed, tweed, tweed), perlas y, básicamente, todo eso que vemos en todas las temporadas de Chanel (okay, lo de los emojis fue nuevo pero no es como que lo necesitáramos en el universo) por lo que me pregunto, por milésima vez desde que comencé a escribir esta reseña y desde hace años realmente, ¿en serio es tan mala idea que Lagerfeld se retire de Chanel y le de oportunidad a la firma de sentir un soplo de aire fresco con alguien más? Pero entonces ¿quien sería ese alguien más?
.....No hubo un collage de todas las escenografías previas, en realidad, no hubo escenografía o al menos, no una tan elaborada como las que Lagerfeld nos había tenido acostumbrados últimamente. En esta ocasión el Grand Palais se convirtió en un salón con espejos como paredes e hileras de sillas doradas, en un intento por recrear los salones donde se solían presentar las colecciones de alta costura y así, ofrecer una experiencia mucho más intima, algo completamente ridículo tomando en cuenta que a) la actividad en las redes sociales siguió (los mini livestreams en instagram de aquellos que filman con sus iPhones desde los desfiles parece ser ya imprescindible y lamentablemente, imparable); b) Chanel se ha convertido en una firma tan popular que la lista de invitados no se pudo reducir a menos de 2,400;y c) la lista de looks tampoco parece disminuir: esta temporada, Lagerfeld presentó noventa y tres.
Lindsey Wixson en el backstage del desfile, fotografía por Kevin Tachman para Vogue. |
.....Hablemos de la colección, entonces. La modelo argentina Mica Arganaraz abrió el show con un look en color rosa accesorizado con guantes de piel negros y una reiterpretación del sombrero tipo boater.
Fue una buena forma de resumir todos los elementos que veríamos en la colección: los sombreros estuvieron presentes en diferentes colores (algunos incluso con estampados) en muchos de los looks de la colección así como los guantes (siempre hay guantes en Chanel, estamos hablando de que Karl Lagerfeld es el director creativo ¿okaaay?) y los colores llamativos.
De hecho, aproximadamente los primeros looks de la colección fueron en distintos tonos de rosa y cuando creíamos que todo sería de ese color, aparecieron variaciones en rojo, mostaza, negro, gris, azul, café y algunos metálicos, para terminar con el clásico blanco-negro de Chanel.
Hay que agregar, además, que hubo estampados de cuadros e incluso de emojis (el horrooooorrrrrrrrr), tweed (tweed, tweed, tweed, tweed), perlas y, básicamente, todo eso que vemos en todas las temporadas de Chanel (okay, lo de los emojis fue nuevo pero no es como que lo necesitáramos en el universo) por lo que me pregunto, por milésima vez desde que comencé a escribir esta reseña y desde hace años realmente, ¿en serio es tan mala idea que Lagerfeld se retire de Chanel y le de oportunidad a la firma de sentir un soplo de aire fresco con alguien más? Pero entonces ¿quien sería ese alguien más?
Fotografías del show por Alessandro Garofalo y fotografías del backstage por Kevin Tachman |