Kanye West x Adidas Originals - Otoño 2015

YEEZY SEASON 1

Nunca le he puesto demasiada atención a Kanye West. Si he escuchado algunas de sus canciones ha sido más por influencia de algunos amigos que por propia convicción. No es que no me guste, sino que simplemente no me interesa y quizá por eso mismo nunca he entendido el furor que provoca su persona y su trabajo. 

Sus ataques de furia cuando Beyoncé pierde ante otro artista me parecen ridículos y su incursión en la industria de la moda un poco más. Y es que, como ya lo deben de saber, mi empatía con los cantantes/socialités que se vuelven diseñadores porque son famosos no es muy grande en realidad. 

Pero nos guste o no, o simplemente nos dé igual, Kanye West esta ahí haciendo lo que sabe o no sabe hacer. Un ejemplo de esto último podría ser, la presentación de su colaboración con Adidas Originals

Con un cast de modelos variado, dieciocho meses de trabajo a cuestas, una nueva canción proveniente de nuevo álbum como soundtrack, una front row repleta de familia (su esposa Kim Kardashian y su hija North West) y amigos (Beyoncé, Jay Z, Justin Bieber y la mismisima Anna Wintour por mencionar algunos), y con la colaboración de la artista de performance Vanessa Beecroft para prescindir de la típica pasarela donde los modelos desfilan uno detrás de otro, el rapero volvió a presentar su trabajo como diseñador en una semana de la moda por primera vez en tres años. 


Y es que, Yeezy Season 1 (¿¿¿¡significa que habrá más!???) no es la primera colección producto de la mente de West. Para la temporada de primavera-verano 2012 presentó una colección, que él mismo financió, en la semana de la moda en París. La colección no fue muy relevante (era realmente mala, a pesar de que le ayudaron alumnos de la universidad más prestigiosa de diseño de modas en Europa, el Central Saint Martins) y el rapero decidió no seguir más allá con su firma homónima. Aquel fracaso de su carrera como diseñador se debió, según lo que dijo en una entrevista con Jimmy Kimmel, a las tendencias clasistas y racistas de la industria. 

Esas tendencias, sin embargo, no lo detuvieron por mucho tiempo. En 2013 diseñó una capsula consistente en simples sudaderas, camisetas blancas y pantalones de mezclilla para A.P.C, y después de su matrimonio con Kim Kardashian, una portada en Vogue y convertirse en una celebridad, volvió, a la semana de la moda en Nueva York de la mano de Adidas Originals. 

Sobre la ropa, honestamente, no hay mucho que decir porque cabe resaltar, por milesima vez, que Kanye West no es un diseñador. La primera y la última parte de la colección presentó outwear bastante bonito (como la bomber jacket en color verde claro o los abrigos de gamuza). El resto de la colección, incluido los Yeezy Boost que volvieron locos a todos en twitter, no lo entendí (como los suéteres con agujeros por todos lados o los tops) y tampoco es que quiera hacerlo. 

Pero Kanye West es rentable. Kanye West tiene sus fans. 
Quizá (y por desgracia) no le abra las puertas de la industria de la moda a los diseñadores de color como es la intención de West, pero quizá esta colección no pase tan desapercibida, quizá sí prosperé para la fortuna de unos (la del rapero y la de Adidas Originals) y para la desgracia de otros (de todos los demás mortales).


Fotografías de Style y Evan Schreiber para Dazed Digital.

E N T R A D A S P O P U L A R E S