Violencia doméstica y/o películas de terror en Vogue Italia.

No tiene nada de impactante que haya polémica alrededor de una editorial de Steven Meisel para Vogue Italia. La "obsesión" de ambos (del fotógrafo y la publicación) por incluir temas delicados para la sociedad en las paginas de una revista de moda (quizá, el ultimo lugar donde deben ser expuestos) ha hecho que muchos los odien o los amen por su osadía que esta lejos de terminarse porque, básicamente, "hay mucha tela de donde cortar".

Ya se burlaron de las celebridades y su obsesión con las cirugías plásticas, en julio del 2005 en una editorial con Linda Evangelista; en junio del 2011, golpearon en la cara a aquellos que decían que la revista de moda más importante del mundo no tendría modelos "plus-size" en su portada; y cómo olvidar la iconica editorial "Supermodels enter rehab" de junio del 2007 y sus referencias a Britney Spears y a "Girl, Interrupted". 

Bueno, lo volvieron a hacer. Franca Sozzani, editor-in-chief de Vogue Italia y Steven Meisel se han unido nuevamente para sacudir a la industria con una nueva editorial para el ejemplar de abril del 2014 donde el tema principal es la violencia doméstica... o las películas de terror, depende de cómo lo mires.

Issa Lish usando saco de RED Valentino y vestido de Alberta Ferretti. 


El escenario para la editorial se presentó como una película de terror (vamos, se llama "Horror Movie") y por lo menos a mi me recordó a escenas de "The Shining" o "American Psycho" y en realidad no hay nada malo en ello. Sin embargo, la editorial tiene un propósito implícito, hacer a los lectores (y al mundo entero, gracias al internet) consientes sobre la violencia que sufren las mujeres en el ambiente familiar, un problema que no solo ha incrementado en Italia sino en todo el mundo.

Vogue Italia siempre ha hecho esto: tomar ciertas situaciones sociales y exponerlas (directa o indirectamente) en las paginas de sus revistas. Carlo Ducci escribió en la pagina de la revista "hay ciertas situaciones especificas que raras vez son cubiertas por las revistas de moda, en una especie de bloqueo psicológico silencioso o una incompatibilidad asumida en el ADN de estas publicaciones, acontecimientos sociales que se dejan de lado por ser demasiado duras"

Muchas personas han odiado la editorial por "embellecer" la violencia doméstica y por usar este tema continuar vendiendo. Katharine Zarrella escribió en su blog para Style que la editorial usa la violencia "para vender un producto" en lugar de crear conciencia y provocar la conversación. "Las imágenes" continua "-como la de Natalie Westling ensangrentada y sin vida en el suelo en un vestido rojo de Moschino, y su amante que se desplomó en una silla, mirándola bañado en su sangre, es cubierto por créditos de ropa. ¿Cómo puede una fotografía como ésta verse como respetuoso y empoderar a las víctimas de violencia doméstica, o incluso ser tomado en serio, cuando se lee, "bata de seda, Marc Jacobs" en la esquina?". 

Natalie Westling usando vestido de Moschino, zapatos de
Alexander Wang y calcetines de Emilio Cavallini.
Bueno, a final de cuentas, Vogue sigue siendo una revista y uno de sus objetivos es lograr que se venda la ropa que exponen. Pero, ¿qué acaso no podría ser interpretado como que el hecho de ser de una clase alta no te excluye de sufrir violencia física o psicológica? Quizá si, quizá no.

Carlo Ducci y la propia Franca Sozzani defienden las intenciones de la editorial: "Decir NO a la violencia contra las mujeres nos permite ser, a nuestra manera, útiles. Además de poder transmitir, como es nuestro deber cívico, un mensaje contra la barbarie. No importa si se corre el riesgo de causar un alboroto en general con los medios de comunicación o despertar la crítica; o si se nos acusa de explotar a cuestiones urgentes sólo para poder vender más ejemplares. Lo importante para nosotros es que, al menos, una de las decenas de mujeres que sufren violencia todos los días, pueda sentir nuestra cercanía. Y que los que nos siguen pueden sentirse estimulados a tomar medidas, condenar, y apoyar a las mujeres con problemas. Y que todos ellos se den cuenta que Vogue Italia esta de su lado y que condenamos todo tipo de violencia. Esta conciencia nos impulsa a hacer algo de ruido. A nuestra propia manera. Hasta que lleguemos a hacer, por qué no, un verdadero manifiesto".

¿Entonces? ¿Esta bien abordar estos temas para crear consciencia aunque sea en una revista de moda? ¿O mejor no abordarlos ni un poco? 

Lo que respondas, no hay que negar dos cosas: 1) la violencia es lo peor que puede existir y 2) no hay que juzgar la calidad de la fotografía de Meisel.





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