Moschino otoño / invierno 2014

Jeremy Scott tomó las riendas de Moschino con una colección debut en la que se burlaba de la moda al mismo tiempo que combinaba elementos que nunca creímos ver juntos: la moda y la comida chatarra. 

Lee la reseña completa a continuación. 


.....Jeremy Scott no es nuevo en esta industria. Comenzó su carrera en la década de los noventas y gracias a sus diseños coloridos, exagerados y llenos de referencias a la cultura popular (estampados de emojis o incluso de la cara de Bart Simpson), se ha hecho de un nombre en la industria de la moda. Colaboraciones con Adidas serían la antesala del que puede ser su trabajo más importante hasta ahora y el que seguramente hará que sus niveles de fama sean aun mayores: la dirección creativa de Moschino. 

El anuncio se hizo a finales de octubre del año pasado: Jeremy Scott sustituiría a Rossella Jardini, quien había sido directora creativa desde que el fundador, Franco Moschino, murió en 1994 (no se especificaron las razones por las cuales Jardini dejó su puesto), y su primera colección para la firma correspondería a la temporada otoño-invierno 2014 y se presentaría en la semana de la moda en Milán. Esto ocurrió hace unos días con toda la expectativa que uno esperaría del evento: la primera colección de un diseñador americano relativamente joven que adora burlarse de la moda para una firma que también ha gustado de burlarse de la moda desde hace cuarenta años, en su primer gran empleo. 

La colección para otoño-invierno 2014 que Jeremy Scott hizo para Moschino fue todo lo que se esperaba y quizá un poco más; logró llevar su humor americano a las grandes pasarelas de Milán, unas pasarelas que suelen ser relativamente más serias que las neoyorquinas. 

La colección giró alrededor de varios ejes aunque puede que el común denominador fuera la sociedad de consumo americana. 

La primera parte de la colección fue un shock: la cultura de consumo americana proyectada en la junk food y en McDonald's. Lily McMenamy lideró a una decena de modelos que portaron la extraña combinación de elementos que nunca creímos ver juntos: high fashion y McDonald's. La combinación de colores que usa la cadena del restaurante, el rojo y el amarillo, estuvo presente en versiones Moschino de la famosa combinación de falda y chaqueta de Chanel; y sus famosos arcos fueron modificados (aparecieron un poco más en forma de corazón para evitar problemas legales) para adornar zapatos, bolsas (una modelo portó una bolsa en una charola y otra más una que remitía a la happy meal), lentes y gorras.


Las siguientes dos docenas de diseños giraban en torno a una atmósfera más urbana con conjuntos de mezclilla, modelos portando gorras hacia atrás, bomber jackets, prendas en vinil dorado e incluso unos cuantos guiños a lo BDSM con arneses sobre bodysuits o múltiples cinturones de cuero adornando una falda o una gabardina. 



La combinación de dorado y negro en la anterior sección de la colección llevó a otra donde la tendencia de Scott a recurrir a caricaturas se hizo presente (es parte de su estilo, no podemos culparlo por querer expandirlo). ¿El personaje en cuestión? Bob Esponja. Las muecas del personaje estuvieron estampadas en bolsas y prendas de color amarillo (obvio) entre una especie de estampado polka-dot en referencia al cuerpo de la popular esponja. 


En la parte final del show se volvió al tema alimenticio, en esta ocasión en forma de una decena de vestidos largos que parecían haber sido hechos con envolturas gigantes de dulces (gummy bears, chocolate), cereal y frituras para terminar con "un vestido de novia" portado por Lindsey Wixson con el estampado de una tabla nutricional. No es algo que alguien se atreva a lucir en los Oscares o específicamente en su boda pero al menos Katy Perry lucía muy emocionada desde la front-row.



Puede haber opiniones encontradas sobre Jeremy Scott, Moschino, Jeremy Scott Y Moschino, y este debut, lo que queda claro es que esto es una nueva era para la firma y dará mucho mucho más. 


E N T R A D A S P O P U L A R E S