Missoni otoño / invierno 2017.

Pussy grabs back.



El arte con tintes feministas que surgió en los años sesentas fomentó formas de arte no tradicionales como el performance, las instalaciones, el body art y, sobre todo, el tejido, mismo que se buscaba reivindicar como arte puesto que siempre había existido en la esfera privada como una actividad doméstica puramente decorativa. 

Si bien desde el siglo pasado las diversas formas de tejido siguen buscando su lugar legítimo en el mundo del arte, si algo pudo ofrecerles el siglo XXI fue su inclusión en el activismo. El ejemplo más claro también es el más reciente: el pussyhat, un gorrito tejido color rosa que puedes hacer tu misma gracias a las instrucciones de The Pussyhat Project

Este proyecto comenzó en Los Ángeles en el contexto de las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos. El nombre retoma el término con el que el entonces candidato a la presidencia, Donald Trump, presumía sus asaltos sexuales.  Desde entonces, el pussyhat se ha consolidado como un simbolo de la lucha por los derechos de las mujeres de los últimos años: se pudo contar por miles en la Women's March, apareció en las portadas de The New Yorker y de TIME, entró a la colección permanente del museo V&A y, recientemente hizo una aparición en la semana de la moda en Milán gracias a Angela Missoni. 

La directora creativa de Missoni conoce su lugar en la moda. La firma y empresa familiar de la que ahora se hace cargo también ha buscado posicionar las prendas de punto en un rango alto dentro de la industria. Lo han logrado: su zigzag es ya clásico en la historia de la moda. Supongo que parecía natural juntar dos piezas icónicas. 

La colección para otoño-invierno 2017 fue titulada "Pink is the new black" lo que, en un primer momento, fue difícil de entender: la colección abrió con Gigi Hadid en una gabardina de cuadros donde predominaba el rojo, y fue seguida por 50 modelos más en coloridos diseños. El antecedente a la ola rosa feminista del final del show apareció cuando Jamie Bochert modeló un suéter de punto con el signo femenino en color rosa en medio de un colorido recuadro. 



Los pussyhats terminaron adornando las cabezas de la directora creativa, de personas de su equipo y su familia (como su madre, la co-fundadora de Missoni) quienes subieron a dar un discurso junto a las 51 modelos que modelaron para la firma, un cast cuidadosamente curado para reflejar diversidad (estuvieron las brasileñas Lorena Maraschi, Ellen Rosa, Angelica Erthal y Aira Ferreira, las dominicanas Lineisy Montero, Manuela Sanchez y Elibeidy Danis, la mexicana Mariana Zaragoza, la china Cong He y las coreanas Sora Choi y Yoon Young Bae). Después de todo, si se va a hablar de feminismo, que mejor que tratar de ser inclusivos (¿ok, Dior?). 

La aparición del pussyhat en la pasarela de Missoni no fue solo simbólica: parte de los ingresos que genere la colección irán a organizaciones como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles y al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. When will your fav?

Fotografía extraída del perfil de instagram de la firma.

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