Las veinticinco peores portadas del 2015.



Cara Delevingne, Kendall Jenner y Kim Kardashian para Love Magazine por Solve Sundsbo. 


Como ya lo mencione, los primeros meses del año no tuvieron ni buenas ni malas portadas, solo irrelevantes... hasta marzo. Para su edición de la primera parte del año, la de primavera-verano, la revista Love reclutó a las personas más mediáticas para aparecer en su portada: Kendall Jenner, Cara Delevingne y Kim Kardashian. Las dos primeras aparecerían en una versión, una cargando a la otra y explotando el cliché de dos chicas juntas en ropa interior, y la segunda aparecería en solitario con mala iluminación usando Miu Miu. 






Cara Delevingne, Georgia May Jagger y Suki Waterhouse para Vogue UK por Mario Testino. 


Para mi, la edición inglesa de Vogue tiene de las peores portadas en la historia reciente. Su edición para abril de este año no hizo mucha diferencia. Por milésima vez, Mario Testino se encargó de fotografiar a el trio dorado, básico y aburrido de la moda inglesa: Georgia May Jagger, Cara Delevingne y Suki Waterhouse, tratando de seducir a la cámara y al lector, con las peores expresiones faciales que he visto. 





Bella Thorne para Teen Vogue por Emma Summerton. 

Teen Vogue tuvo más portadas malas este año que buenas. Una prueba es la portada de abril con Bella Thorne y su expresión de estar muerta por dentro, fotografiada por Emma Summerton. 



Kylie Jenner para Teen Vogue por Giampaolo Sgura. 


La menor de las Jenner también tuvo la mala fortuna de protagonizar una mala portada de la mano de Teen Vogue, para su edición de mayo. Fotografiada por Giampaolo Sgura, la publicación (y probablemente la misma Kylie) decidieron presentarla de manera natural, sin (mucho) maquillaje y un messy bun. El resultado, en lugar de hacer que te identificaras con Kylie, fue que te preguntarás si la chica no estaba enferma cuando realizó esta sesión. 




Kim Kardashian para Vogue Brasil por Ellen von Unwerth. 


Al parecer, por cada buena portada que protagoniza el clan Kardashian-Jenner, aparece una mala. Y es que a pesar de ser fotografiada por una de las fotógrafas más importantes en la industria, Kim Kardashian no lució nada bien en la portada de junio de Vogue Brasil. No es su culpa (creo) y mucho menos del color de pelo (las fotografías que hizo para Juergen Teller con ese mismo look me parecieron tan malas), más bien es la expresión en su rostro, la pose, el styling y el fondo... nada más.




Cara Delevingne para Vogue US por Patrick Demarchelier.


No es que odie (tanto) a Cara Delevingne y esa sea la razón de que este incluida tantas veces en esta lista. La verdad es que ha hecho bastantes editoriales y portadas buenas a lo largo de su carrera como modelo. El problema es precisamente ese, que desde que decidió convertirse en actriz, pareciera que su agente ya no puede conseguirle nada realmente bueno. Como la portada de julio para la edición americana de Vogue, donde se veía inusualmente photoshoppeada haciéndola lucir como estúpida con todo y que llevaba un vestido de Prada.




Rosie Huntington Whiteley para Vogue Japón por Giampaolo Sgura. 

Rosie Huntington Whiteley, una de esas modelos que en un par de años nadie recordará, al estilo de Kate Upton (who?), protagonizó la portada de julio de Vogue Japón donde apareció en una pose extrañísima. 




Lara Stone para Vogue UK por Mario Testino. 



Otra pose rara apareció en la portada de agosto de la edición inglesa de Vogue (otra vez) a cargo de Mario Testino (otra vez), protagonizada por la hermosa modelo Lara Stone, quien el vestido Versace que llevaba parecía producirle dolores de espalda y cuello. 



Magdalena Frackowiak para Vogue México por David Bellemere. 


Agosto fue el mes de las poses raras en portada y la prueba de que a veces ni la Biblia de la moda puede salvarse de tener una mala portada con todo y tener a modelos de alto perfil en las mismas. Como Vogue México, que logró hacer que la icónica Magdalena Frackowiak apareciera en su portada, arruinándolo cuando eligieron la peor foto, esa en la que parece que Magdalena luce excesivamente incomoda con ese suéter de cuello alto.





Daphne Groeneveld para Vogue Rusia por Jason Kibbler.


Otra publicación que fue alcanzada por la maldición de las malas portadas de agosto fue Vogue Rusia (después de haber comenzado bien el año), a quien ni siquiera un buen cast salvó. Daphne Groeneveld nunca había lucido tan rara en esta fotografía tomada por Jason Kibbler.




Behati Prinsloo para Vogue Brasil por Zee Nunes.


Vogue Brasil suele tener buenas portadas pero también fue alcanzada por #LaMaldiciónDeLasMalasPortadasDeAgosto donde una irreconocible Behati Prinsloo fotografiada por Zee Nunes harían que la publicación pareciera más una portada de Vogue UK.



Nicole Kidman para Vogue US por Patrick Demarchelier.


Si no les había quedado claro lo malo que fue el mes de agosto para las portadas de Vogue, he aquí un último ejemplo: la actriz Nicole Kidman completamente irreconocible y con una expresión rara (me hace dudar sobre el titular que dice que "esta más feliz que nunca") usando un vestido de Marc Jacobs. 


Daria Strokous para Numéro por Nathaniel Goldberg. 


Numéro presentó su edición de septiembre con la modelo Daria Strokous fotografiada por Nathaniel Goldberg, que hubiera estado bastante bien si ella hubiera optado por otra pose.




Hollie May Saker para Numéro Tokyo por Sofia Sanchez & Mauro Mongiello. 


Otra mala september issue también vino de parte de Numéro, esta vez en su edición japonesa que presento a una irreconocible y excesivamente photoshoppeada Hollie May Saker.





Christy Turlington por Inez & Vinoodh, Gisele Bundchen por Mario Testino, Kate Moss por Mert & Marcus y Kendall Jenner por David Sims; para Vogue Paris. 


Este año, muchas publicaciones celebraron aniversario. El más importante y anticipado, probablemente, fue el 95° aniversario de Vogue París. Lamentablemente también fue el más decepcionante. 

La publicación pretendía celebrar "95 años de leyendas" pero optó por el cast más predecible (y menos diverso): Christy Turlington, Gisele Bundchen, Kate Moss y Kendall Jenner. Las tres primeras solo representan a las leyendas de los noventa y la última fue una desagradable sorpresa que representa, probablemente, que puedes triunfar en la industria siempre y cuando tengas buenas conexiones. Independientemente del cast, las fotografías también fueron malas con Turlington luciendo como desquiciada, Bundchen y Moss rodeadas de porquerías y Jenner irrelevante.








Gigi Hadid para Vogue Italia por Steven Meisel. 


Otra modelo-por-conexiones, Gigi Hadid, se hizo, este año, con su primera portada para Vogue Italia en donde, para su mala suerte, lucía no solo irreconocible sino bastante fea, con una peluca azul y un maquillaje desconcertante, fotografiada por Steven Meisel. 




Jessica Chastain para W Magazine por Steven Klein. 

Solía pensar que Jessica Chastain era una mujer bastante bonita pero después de ver su portada para noviembre de la revista W, cambie dramáticamente de opinión. El titular tenía razón, nunca la habíamos visto así, y honestamente ni lo hubiera querido. 




Lena Dunham para Harper's Bazaar por Nathaniel Goldberg.

Contrario a lo que sucedió el año pasado, Lena Dunham no apareció en muchas portadas. De hecho, solo lo hizo en la edición de febrero de ELLE y en la edición de noviembre de Harper's Bazaar. Ambas, honestamente, fueron malas, pero la de Harper's Bazaar se lleva el lugar en la lista porque ¡prácticamente no se le ve la mitad de la cara!



Julia Nobis y Rianne van Rompaey para Dazed por Collier Schorr.

Para su última edición del año, la de invierno, Dazed opto por dos de los rostros más bonitos y exitosos de los últimos años en la industria del modelaje: Julia Nobis y Rianne van Rompaey, cuya belleza, sin embargo, pareció opacada por un styling que incluía gorras noventeras y sucias. 





Gisele Bundchen para Vogue Brasil por Francois Nars.

Gisele Bundchen apareció dos veces en la portada de la edición de Vogue de su país natal, Brasil: primero en mayo y después en la última portada de la revista en diciembre. Sin embargo, esta puede no ser su mejor portada. Enfundada en un traje de Chanel, Gisele parece más a Kate Moss o a Madonna que a ella misma. 

Todas las fotografías fueron extraídas de Models. 

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